INICIOS DE LA COLONIZACION ENTRERRIANA
La inmigración europea tuvo como objetivo la transformación
demográfica y el desarrollo agropecuario en la provincia, resultando este
fenómeno inmigratorio como determinante de la ocupación del espacio y del
proceso de urbanización, asi como de la conformación del grupo social que
habita hoy la provincia de Entre Ríos, e incluso de la caracterización del
paisaje de la misma.
Por iniciativa y apoyo económico de Urquiza, el proceso de
colonización inmigratoria de la provincia de Entre Ríos se desarrollo
favorecido por la primera oleada de inmigración masiva proveniente de los
países europeos, lugar entre 1869 y 1914. Luego de este primer impulso inicial,
el proceso colonizador continuo incrementándose entre 1857 y 1889. “El mayor
crecimiento demográfico se registro hacia la década del 20 con un gran
porcentaje concentrado en las colonias (22%). La crisis de la década del 30’
afecto el funcionamiento de todo el sistema agro exportador, generando un
proceso de despoblamiento del campo argentino, y por consiguiente la emigración
a las grandes ciudades y el inicio del proceso de concentración urbana”.[1]
Habiendo recibido, hacia 1850, un plan de colonización agraria por
parte del profesor alemán Adolf Ackerman (que no había sido tomado en cuenta
por el gobierno provincial), finalmente el 1° de Septiembre de 1953 el
gobernador Urquiza creo la Colonia Agrícola Militar de las Conchas en el rincón
del arroyo del mismo nombre, departamento Paraná. La misma fue poblada por
vascos españoles y se considera como la primer colonia agraria argentina. La
colonización continuo con la creación de la Colonia San Jose (1857),
departamento Colon. La habitaron valesanos, piamonteses y saboyanos. De ahí en
adelante la creación de colonias fue una constante en Entre Rios por varias
décadas.[2]
Advirtiendo la escasez de pobladores en el territorio nacional,
desde 1810 los gobiernos tomaron medidas y acciones para revertir la situación.
En la segunda mitad del siglo XIX, estas medidas se convirtieron en política de
estado, cuando se comenzaron a sentar las bases de un estado moderno en
Argentina.
La inmigración europea tuvo como objetivo la transformación
demográfica y el desarrollo agropecuario en la provincia, resultando este
fenómeno inmigratorio como determinante de la ocupación del espacio y del
proceso de urbanización, asi como de la conformación del grupo social que
habita hoy la provincia de Entre Ríos, e incluso de la caracterización del
paisaje de la misma.
Por iniciativa y apoyo económico de Urquiza, el proceso de
colonización inmigratoria de la provincia de Entre Ríos se desarrollo
favorecido por la primera oleada de inmigración masiva proveniente de los
países europeos, lugar entre 1869 y 1914. Luego de este primer impulso inicial,
el proceso colonizador continuo incrementándose entre 1857 y 1889. “El mayor
crecimiento demográfico se registro hacia la década del 20 con un gran
porcentaje concentrado en las colonias (22%). La crisis de la década del 30’
afecto el funcionamiento de todo el sistema agro exportador, generando un
proceso de despoblamiento del campo argentino, y por consiguiente la emigración
a las grandes ciudades y el inicio del proceso de concentración urbana”.[1]
Habiendo recibido, hacia 1850, un plan de colonización agraria por
parte del profesor alemán Adolf Ackerman (que no había sido tomado en cuenta
por el gobierno provincial), finalmente el 1° de Septiembre de 1953 el
gobernador Urquiza creo la Colonia Agrícola Militar de las Conchas en el rincón
del arroyo del mismo nombre, departamento Paraná. La misma fue poblada por
vascos españoles y se considera como la primer colonia agraria argentina. La
colonización continuo con la creación de la Colonia San Jose (1857),
departamento Colon. La habitaron valesanos, piamonteses y saboyanos. De ahí en
adelante la creación de colonias fue una constante en Entre Rios por varias
décadas.[2]
Advirtiendo la escasez de pobladores en el territorio nacional,
desde 1810 los gobiernos tomaron medidas y acciones para revertir la situación.
En la segunda mitad del siglo XIX, estas medidas se convirtieron en política de
estado, cuando se comenzaron a sentar las bases de un estado moderno en
Argentina.
LEGISLACIONES
Los procesos de colonización se encontraban protegidos por la
legislación provincial y nacional. La Ley de Ejidos (1872) preveía la entrega a
cada colono de una parcela perteneciente a los ejidos municipales, apropiada
para poder desarrollar actividades agropecuarias y cria de animales. Asi
surgieron colonias en las cabeceras departamentales. Con la Ley de trazas de
Villas y Colonias (1875) se adopta la traza de la planta en forma de damero para
los nuevos asentamientos, mientras que otra ley promulgada en el mismo año
autorizo al Gobierno de la provincia a donar chacras a colonos de cualquier
nacionalidad, comprometidolos a poblarlas y trabajarlas. En 1876 se sanciono la
Ley Nacional de Inmigración.
Luego, la Constitucion Provincial de 1883 y la Ley Nacional N°1420 (año 1884)
de educación publica de nivel primario, establecio que la misma es laica
gratuita y obligatoria (art. 196°, inc.1°). Esto posibilito que los hijos de
los inmigrantes tuvieran acceso a las escuelas junto con los argentinos
nativos, favoreciendo asi su integración social.
Los procesos de colonización se encontraban protegidos por la
legislación provincial y nacional. La Ley de Ejidos (1872) preveía la entrega a
cada colono de una parcela perteneciente a los ejidos municipales, apropiada
para poder desarrollar actividades agropecuarias y cria de animales. Asi
surgieron colonias en las cabeceras departamentales. Con la Ley de trazas de
Villas y Colonias (1875) se adopta la traza de la planta en forma de damero para
los nuevos asentamientos, mientras que otra ley promulgada en el mismo año
autorizo al Gobierno de la provincia a donar chacras a colonos de cualquier
nacionalidad, comprometidolos a poblarlas y trabajarlas. En 1876 se sanciono la
Ley Nacional de Inmigración.
Luego, la Constitucion Provincial de 1883 y la Ley Nacional N°1420 (año 1884) de educación publica de nivel primario, establecio que la misma es laica gratuita y obligatoria (art. 196°, inc.1°). Esto posibilito que los hijos de los inmigrantes tuvieran acceso a las escuelas junto con los argentinos nativos, favoreciendo asi su integración social.
El primer censo de los alemanes del Volga en
la Argentina se realizó el 31 de marzo de 1881 en "Colonia General Alvear,
compuesta por seis aldeas: Asunción (Spatzenkuter), Concepción (Valle María),
San José (Brasilera), Agricultores (Protestante), San Francisco (Pfeiffer) y
Salto (Koeller). El censo estableció: Fecha de llegada a la colonia (24 grupos
entre 22-01-1878 y 24-04-1880), nombre, nacionalidad, edad estado civil, y la
alfabetización. Cinco de las seis aldeas eran de religión católica, siendo la
aldea denominada Agricultores (Protestante o Protestantendorf) la única que
entonces practicaba la religión luterana.
Todavía hay quince aldeas en Entre Ríos pobladas por descendientes de los colonos originales, doce de ellos son de origen católico y protestante, los tres restantes. Sin embargo la mayoría de alemanes del Volga viven en pequeñas ciudades como Ramírez, Crespo, Urdinarrain, Galarza y Maciá, donde por lo general son la mayoría.
LAS COLONIAS
Los
primeros inmigrantes alemanes se asentaron en Entre Rios a principios de 1878,
en la colonia General Alvear, departamento Diamante. A partir de ese momento,
llegaron a tierras entrerrianas mas de mil personas del sur de Rusia.[3]
Las
corrientes de inmigrantes con un origen común genero colonias con
características especificas, que se agruparon en aldeas siguiendo los modelos
de asentamientos adoptados por sus antepasados a orillas del Volga.
Sobre el
río Paraná, los alemanes de la región del Volga se instalaron en el tramo de la
ruta 11 que va de Paraná a Diamante, estableciendo sus poblaciones a lo largo
de este trayecto[4].
A partir de 1880 los colonos conformaron consorcios de 30 o 40 familias, que reunieron sus capitales para comprar tierras y generar nuevos asentamientos.
A partir de 1880 los colonos conformaron consorcios de 30 o 40 familias, que reunieron sus capitales para comprar tierras y generar nuevos asentamientos.
Así nacieron en el departamento Paraná las siguientes aldeas:
- San Jose (1888), actualmente integrada a la ciudad de Crespo.
- San Rafael (1893)
- Santa Rosa (1893)
- San Juan (1893)
- San Miguel (1893)
- Maria Luisa (1888)
- Jacobi y las colonias Merou (1893)
- Centenario, La Llave, Esperanza, San Simón, Santa Maria (1890)
En tanto, se fundaron otras colonias en el departamento Gualeguaychú:
- San Juan, Santa Celia y San Antonio (1888)
En el departamento Uruguay:
- Santa Anita (1900)
En el departamento Federal:
- Colonias Federal (1923)[5]
El 18 de Enero de 1878 quedó concluida la mensura del terreno que el gobierno de la Nación destinada a la formación de la Colonia General Alvear. La entrega de las respectivas chacras se demoró, pues los colonos querían residir avecinados en aldeas, mientras los funcionarios públicos pretendían que levantasen sus viviendas en cada lote asignado.
Fieles a su tradición, costumbres y estilo de vida los inmigrantes terminaron por lograr su propósito y formalizaron cinco aldeas integradas por familias católicas y una sexta constituida por devotos evangélicos. Esta fue bautizada con el nombre de Aldea Protestante.
A comienzos de la década de 1880 la Colonia Alvear poseía unos 2000 habitantes tanto por crecimiento vegetativo como por afluencia de nuevos inmigrantes. Para salvar la insuficiencia de tierras los nuevos pobladores comenzaron a buscar nuevas tierras de labranza por medio de arrendamiento a propietarios cercanos pero, sobre todo, por medio de la formación de consorcios. Se agrupaban también formando aldeas. Las aldeas de la Colonia Alvear fueron por consiguiente aldeas madres de las que en pocos años se erigieron en el resto de la provincia.
Las tres aldeas de los Campos Floridos, San Antonio, San Juan y Santa Celia, reconocen como Aldea-Madre, a la Aldea Protestante de Colonia Alvear.¨[6]
Inicialmente eligieron las orillas del río Paraná porque les traía reminiscencias del Volga ruso. A fuerza de trabajo, dieron origen a colonias rurales pujantes. Hoy son pueblos pequeños pero interesantes: las aldeas Protestante, Brasilera, San Francisco, Salto, Spatzenkutter y Valle María, entre otras. Todas están ubicadas en un radio de no más de 40 km de Paraná, a 5 o 10 km una de otra. Se accede al circuito por la RP 11, atravesando el armonioso paisaje de las cuchillas entrerrianas.
-
Aldea Protestante
Su nombre deriva de la religión
evangélica profesada por sus fundadores, y ello traza raudamente la
idiosincrasia local. Se encuentra a apenas 10 kilómetros de la ciudad de
Diamante.
-
Aldea Valle María
Fue sede administrativa en la etapa
fundacional de las aldeas. Situada a 35Km. de la ciudad de Paraná, dividida en
dos por la Ruta Provincial Nº 11.
- Aldea San Francisco y Pueblo Alvear.
A pesar de los pocos habitantes que le
quedan, San Francisco guarda celosamente uno de los atractivos privilegiados de
la microregión: el cementerio y sus monumentales tumbas construidas a principio
del siglo XIX. Por su parte, Pueblo Alvear, tiene un caro sentimiento
histórico, ya que fue aquí donde salió parte de la producción triguera de la
incipiente colonización. Ambos ubicados a orillas del Paraná, se encuentra a
unos 40Km. de la Capital Provincial.
- Aldea Spatzenckutter
Su nombre proviene de una unión de
vocablos alemanes y significa “jolgorio de gorriones”. Posee el cementerio más
antiguo de las aldeas, lugar donde la atracción se centra en las cruces de
hierro artísticamente trabajado. Por otro lado, fue en su territorio donde
funcionó el primer juzgado de paz. Se encuentra a mitad de camino entre
Diamante y Paraná, por Ruta Provincial 11.
-
Aldea Salto
Denominada así por la proximidad de un
arroyo con cascadas, esta pequeña y tradicional aldea se encuentra inmersa en
la cotidianidad del campo.
- Aldea Brasilera
La más joven de las aldeas del
circuito, fue fundada por inmigrantes alemanes del Volga que, previo a su
llegada a Entre Ríos, estuvieron de paso por Brasil. Su propuesta turística
incluye la visita a la Iglesia San José, de estilo gótico alemán, y la
degustación de exquisitas picadas y comidas caseras tradicionales en el Comedor
Munich. Situada aproximadamente a 17Km. de Paraná, por Ruta Provincial 11.
Grapschental, San Rafael, Santa Rosa, San Miguel, son pequeñas aldeas que completan el circuito con sus paisajes de lomadas, sus silencios siesteros y las labores rurales de sus escasos habitantes. Algunas originarias y otras surgidas con más retraso, aparecen en la región aledaña a Colonia Alvear.
[1] MARCO MUÑOA, R. (2005): Las Aldeas Alemanas de Entre
Ríos. En Alemanes en la Arquitectura
Rioplatense, CEDODAL 2005. Pp 58 a 62.
[2] MUSICH, W; MELHEM, M;
SOIJET, M. et ál (2005) Ciudad y
territorio. Colonias, pueblos y aldeas. En Patrimonio
arquitectónico de Entre Ríos. Subsecretaria de Cultura del Gobierno de
Entre Rios. Entre Rios, Noviembre 2005. Pp 233 a 239.
[4] MARCO MUÑOA, R.
(2005): Las Aldeas Alemanas de Entre Ríos. En Alemanes en la Arquitectura Rioplatense, CEDODAL 2005. Pp 58 a 62.
[5] MARCO MUÑOA, R. (2005): Las Aldeas Alemanas de Entre Ríos. En Alemanes en la Arquitectura Rioplatense, CEDODAL 2005. Pp 58 a 62.
[6] Pagina oficial Municipio Aldea San Antonio. < http://www.munialdea.gov.ar >[Consulta: 10/3/2012]