Según la UNESCO, el patrimonio cultural no se limita a
monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende también tradiciones o
expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros
descendientes, como tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.
Constituye un importante factor del mantenimiento de la
diversidad cultural frente a la creciente globalización, y contribuye al
diálogo entre culturas de distintas comunidades, promoviendo el respeto hacia
otros modos de vida.[1]
Su importancia radica en la transferencia de conocimientos
y técnicas de generación en generación, permitiendo que valores y conocimientos
perduren a lo largo de los años, y constituyan un elemento distintivo en la
cultura global de hoy día.
Entre la comunidad de las Aldeas del Volga son muchas las tradiciones que hoy día continúan vigentes, y otras que sería valioso recuperar. La puesta en valor de sus tradiciones, cantos, fiestas, gastronomía, usos y costumbres, es la clave para que este patrimonio cultural inmaterial perdure y trascienda a lo largo de los años.
Si bien este Proyecto de Investigación
no toma al patrimonio inmaterial como objeto de estudio, consideramos que vale
la pena darlo a conocer, entendiéndolo como soporte fundamental que permite que
una comunidad tan valiosa como la de los Alemanes del Volga, perdure y se
mantenga viva a través del tiempo.
La página web de la Asociación de
Alemanes del Volga en la Argentina recopila la siguiente información:
- Testimonio de religiosidad [2]
No todas las costumbres que los antepasados trajeron del Volga, se
borraron en sus comunidades. Quedaron vigentes todas las que atañen a su vida
religiosa, espiritual, lo que pone en evidencia su firmeza de religión, en su
fe cristina heredada, la que además de mantenerse se acrecienta visiblemente en
sus comunidades.
Mientras se hallaban alojados en las precarias viviendas en la chacra
100 en espera de la orden del administrador nacional para fundar sus aldeas en
la colonia Gral. Alvear, y por falta de sacerdote que los asistiera para los
cultos, se proveyeron del monte vecino de dos grandes leños que plantaron en
cruz y de tarde en tarde se congregaban a sus pies grandes y pequeños para
orar.
La cruz de Cristo era su identidad y su escudo. Cuando fundaron sus
aldeas, en las cuatro calles de acceso a su población, levantaron grandes
cruces de madera - la mayoría hoy aun están de pie - y en cada una pende un
pequeño crucifijo bendecido, encargado de decirle al transeúnte que la aldea
era cristiana y que sus pobladores eran gente de paz, con fe y esperanza en
dios.
Antes de promediar el año se acostumbraba oficiar una santa misa en la
capilla o la iglesia de la localidad, llamada "misa rogativa".
Después de finalizada, la población toda, hombres mujeres y niños en ordenada
procesión presidida por el sacerdote oficiante alternaban rezos con cantos de
alabanzas al señor. Al llegar a una de esas cruces el sacerdote en breve
ceremonia imploraba al altísimo por benéficas lluvias, la protección de los
pobladores y bendecía sus campos y todo cuanto en ello existiera y se produjera
para el bien de sus comunidades y semejantes.
- Semana Santa
Desde el miércoles de ceniza, inicio de la cuaresma, quedaban
suspendidos en las aldeas los cantos populares, la música, los casamientos, los
bailes y toda otra clase de diversión. Los ayunos y abstinencias eran
observados y cumplidos rigurosamente en cada familia.
Los jueves y viernes santos, días de profundo recogimiento y de
oraciones, Vivian muy devotamente la pasión de Cristo. Solo se realizaban
tareas muy necesarias del hogar y se salía únicamente de casa para asistir a
todas las ceremonias que se realizaban en la iglesia. La adoración de la cruz y
el rezo del vía crucis simbolizaban el momento del arrepentimiento, de la
meditación y la oración.
Al suprimirse el toque de las campanas de la iglesia después de entonado
el "gloria" en la santa misa del jueves, todos los anuncios de los
oficios religiosos y sus horarios, que terminaban con el ángelus vespertino del
viernes santo, lo hacían los adolescentes y niños con matracas. Era esta una
costumbre que trajeron del Volga y por casi medio siglo practicado en aldeas.
Los participantes componían dos grupos. Cada grupo atendía a una mitad de la
aldea, parte a la que pertenecía el conjunto. Ambos en número ilimitado, eran
dirigidos por el sacristán, quien les daba las órdenes de salida para los
anuncios en los distintos horarios, que cumplían con diligencia haciendo sonar
sus matracas y pregonando el oficio religioso casa por casa.
El sábado de gloria el grupo en pleno con sendas canastas visitaba todas
las casas de la sección y en cada una de ellas, en coro y en alta voz recitaban
en alemán algo así como: "fuimos custodios del santo sepulcro, dadnos una
ofrenda pascual, no muy grande ni muy pequeña que a todos conforme por
igual". El recitado lo cerraban con el sonar de las matracas. Los
obsequios que recibían generalmente consistían en manzanas, huevos de pascuas y
algunas moneditas. Recorrida su sección volvían a la parroquia en donde el
sacristán repartía lo recolectado en forma equitativa. El sábado al cantarse el
gloria a la medianoche, las campanas recobraban su latido junto a las
campanillas de los monaguillos. El día siguiente se oficiaba la solemne misa
del domingo de pascuas.
- Celebración del Corpus
Christi
Pocos años atrás para la celebración de corpus Cristi, se levantaban el
día anterior a la fecha indicada en las cuatro esquinas de la plaza de cada
iglesia, una casilla de madera prefabricada. Cada sector de la aldea se ocupaba
de la presentación y ornamentación de la capilla que pertenecía a su sector; al
efecto quedaba la población dividida en cuatro secciones, conforme lo
determinaban las calles laterales y transversales que circundan la plaza.
Las capillas eran de más o menos dos metros de ancho por uno y medio de
fondo y dos metros y medio de altura; generalmente de forma ojival. Las mujeres
se esmeraban en revestirlas con telas de inmaculada blancura y encajes por
dentro y por fuera. No faltaban especiales adornos de variadas flores naturales
y artificiales, la bandera papal y la nacional, profusión de gallardetes (estos
también en todo el circuito de la plaza entrelazados generalmente entre los
árboles), planteras en su entorno, papeles picados en varios colores en el piso
alfombrado, relucientes candelabros con velas y un pequeño altar primorosamente
presentado en donde el sacerdote depositaba al santísimo que portaba bajo un
palio, portado por cuatro jóvenes, para luego de cumplida la breve ceremonia en
la capilla, ante la siempre numerosa asistencia, bendecía al sector de la
población y sus hogares. La misma ceremonia se cumplía en las restantes
capillas, y la procesión en su tránsito de una a otra iba en profundo
recogimiento, mientras que el coro entonaba himnos de alabanzas al señor
- Día de Ánimas
De estas costumbres tradicionales destacamos una que se cumple con un
rito particular, la de venerar a sus familiares fallecidos, muy en común en el
"día de las animas".
Por la mañana se oficia una santa misa con las iglesias siempre colmada
de fieles que comulgan y rezan con ferviente devoción, ofrenda en sufragio de
las almas de sus queridos difuntos.
Finalizando el santo oficio, en ordenada procesión, precedida por una
cruz, los asistentes. Con profundo recogimiento y total
participación, rezan junto al sacerdote integrante de la procesión hasta llegar
al cementerio de la población. Allí, frente a la cruz mayor, el sacerdote reza
un "responso" por todos quienes descansan en ese campo santo y por
todas las animas del purgatorio, asistido por un coro que' entona los
cánticos que complementan la ceremonia. Terminada esta, los deudos visitan las
moradas de sus familiares fallecidos y les tributan su veneración y su
culto.
Las tumbas Que no tienen presencia de deudos, por razones varias, no
Quedan excluidas de esa bendición, pues la reciben del sacerdote oficiante y
siempre hay un alma piadosa que le reza un "padre nuestro,"
- Navidad y Año Nuevo
En navidad, las familias, después de haber asistido a la
santa misa de medianoche, celebraban una verdadera "Nochebuena"
en torno al árbol de navidad, mientras los chicos esperaban impacientes el
premio o castigo del "pelznikell" (papa Noel). Era el personaje
Que llegaba vestido muy desalineadamente, con barba, despeinado y
una ruidosa cadena. Interrogaba a los niños por sus
travesuras, los instaba a portarse mejor y finalmente estos, recibían
sus regalos.
El año nuevo era para los niños un verdadero día de júbilo, que
esperaban con ansiedad y renovada alegría. Después de felicitar a sus padres y
abuelos, felicitaban a sus padrinos (padrinos, eran el matrimonio, fuese
ahijado o ahijada de uno.de ellos) y luego a sus tíos y parientes más cercanos.
Cumplidos con la asistencia a misa, por la mañana, desfilaban
por las calles los chicos con sus atuendos domingueros para visitar, como
queda dicho, en primer lugar a sus "padrinos" pues de no hacerla
así significaba una falta de respeto para quienes un día
lo llevasen a la iglesia para ser bautizado
Al llegar a destino ya eran esperados. La mayoría
de los varoncitos iban provistos de petardos que hacían estallar
antes de recitar su felicitación, que consistía en un versito, por supuesto
en alemán, formula común y tradicional como la costumbre existente
que traducido dice lo siguiente: "papa y mamá o
padrino y madrina o tíos etc.,) yo les deseo un feliz año
nuevo, larga vida y salud, paz y unión y después de vuestra
muerta la feliz eternidad". Los felicitados respondían: "lo
mismo te deseamos". Enseguida recibían su regalito Que consistía
en golosinas y dinero.
- Primicia sacerdotal
En vísperas de la primera santa misa de un sacerdote, hijo de la aldea,
se le brindaba cálida y jubilosa recepción en su pueblo natal. La calle
central, por donde debía llegar hasta la iglesia era engalanada con profusión
de gallardetes, banderas, arcos de triunfos adornados con verdes follajes y
banderines. En la ruta esperaban la caravana los jóvenes con briosos caballos y
lujosos aperos para escoltar airosos al muy esperado hasta la iglesia, en donde
los esperaba ansiosamente todo el pueblo, y al descender del móvil que lo traía
fue inmensa, total, la manifestación de alegría de un cálido y sostenido
aplauso. Silenciado el pueblo un vecino con elocuentes y emocionantes palabras
le daba la bienvenida. Después de saludar con sus manos en alto a todos
los presentes el nuevo presbítero acompañado por el cura párroco entraba al
templo en donde al DIA siguientes oficiaría su primera santa misa, e
impartía la bendición a la numerosa asistencia.
En la casa de sus padres se tenía preparado para ese día de su primera
misa una excepcional fiesta, con el almuerzo para todos los vecinos que
concurriesen. Si el nuevo ministro del altísimo era de familia humilde,
aportaban para ese fin todos los vecinos pudientes, pues tenían un solo norte
en su comunidad: "unión, amor y fe".
- Fiesta Patronal
Este acontecimiento comenzaba con la novena que todas las tardes se
realizaba en la iglesia. El día del santo patrono, desde temprano, se escuchaba
la salva de bombas. A la media mañana el cura párroco oficiaba la santa misa.
El santo patrono se encontraba junto al altar. Posteriormente se realizaba la
procesión por las calles de la aldea con el santo patrono. Finalizada la
eufórica procesión quedaba al sacerdote las palabras finales con la exclamación
de viva el santo. Mientras tanto en los hogares desde temprano se calentaba el
horno para asar el lechón junto al filzer y las batatas. Antes del almuerzo se
servían licores y aperitivos.
Durante la tarde se repartían tortas alemanas, alfajores, masita s y se
entonaban cánticos tradicionales.
El día siguiente, a la mañana se realizaba la misa de para recordar los
difuntos. Posteriormente se partía en procesión al cementerio.
- Los cantos populares
En sus comunidades del Volga no tardaron en asomar la poesía y la rnúsica
como natural y necesaria exteriorización de sus alegrías y de sus sentimientos.
Estas naturales expresiones hablan de su vida y costumbres en el pequeño y
apartado mundo en el que vivían, lejos de la patria añorada.
Todos los contenidos de las creaciones poéticas y las armónicas melodías
en sus piezas musicales, vivían innatas en la memoria de nuestra gente sufrida,
pero bien arraigada en sus facultades afectivas y surgieron con el tiempo. Los
cantos eran parte de su vida espiritual y siempre los acompañaron, tanto en la
alegría como en la tristeza.
Así lo vivieron en el Volga y también en el país. Le cantaron a la
patria, al amor, a la amistad, a la naturaleza, al heroísmo y al lejano hogar ausente
La gran alegría y hasta el humor estaban presentes en las reuniones que
se amenizaban con cantos, así en tertulias, fiestas, casamientos y toda clase
de encuentros ocasionales y reuniones. En sus creaciones había también textos
picarescos y satíricos en cantos y composiciones musicales.
- Un personaje de la Aldea: el
Sacristán
Así como en el valga acostumbraban a elegir a un vecino caracterizado,
de cierto ascendiente y prestigio, como autoridad moral para la administración
de su comunidad, el llamado "vorsther" algo así como el director, sin
sueldo que debía velar por el buen entendimiento y cumplimiento de los
compromisos contraídos en común, atinente a la administración del cementerio,
Iglesia y los haberes del sacristán. Asimismo debía velar por una convivencia
en paz y prever todo aquellos que pudiera desmerecer o desprestigiar a la
población en su aspecto sociocultural.
- Gastronomía[3]
Entre sus platos se distinguen el Apfelstrudel; el Chucrut cocido.
El Kwast, cerveza casera: los antepasados al estar en la región del Volga
comenzaron a fabricar esta preparación centenaria de la cerveza. Es en base a
la fermentación de pan. Se hizo muy popular en Rusia.
El Filzell: Este budín de pan es un plato tradicional de los alemanes
del Volga. En los acontecimientos festivos generalmente se lo incorporaba con
el lechón horneado con papas y batatas, también de relleno de patos y pavos.
El Maultaschen; el Pan casero; y el Pirok.
Así mismo los Pepinos encurtidos, Saure Kumer, para cuando las huertas
empezaban a producir, se preveía para meses posteriores como conservar
alimentos para la manutención de la familia. Es así que se realizaban diversos
encurtidos.
También el Saverkraut, las
Weihnachtsplatzchen (masas navideñas) y el
Wickel Nudel o Vickel Klees
- La carneada[4]
Una tradición en las aldeas, era cuando legaba la época de invierno y se
preparaba la carneada.
Cada familia cuidaba sus cerdos y las carneadas se hacían de acuerdo a la constitución del núcleo familiar y a sus necesidades. Era toda una ceremonia carnear el cerdo, en una fuente con sal se recolectaba la sangre batiéndola con la mano para evitar su coagulación, era utilizada posteriormente para elaborar la morcilla negra. Se lo colocaba en batea, con baldes se lo remojaba con agua caliente y manualmente se lo pelaba... Después se sacrificaba el animal vacuno. Se lo depostaba, se separaban las tripas que limpiaban las mujeres y se la dejaba en una fuente en agua y sal.
Cada familia cuidaba sus cerdos y las carneadas se hacían de acuerdo a la constitución del núcleo familiar y a sus necesidades. Era toda una ceremonia carnear el cerdo, en una fuente con sal se recolectaba la sangre batiéndola con la mano para evitar su coagulación, era utilizada posteriormente para elaborar la morcilla negra. Se lo colocaba en batea, con baldes se lo remojaba con agua caliente y manualmente se lo pelaba... Después se sacrificaba el animal vacuno. Se lo depostaba, se separaban las tripas que limpiaban las mujeres y se la dejaba en una fuente en agua y sal.
Al depostar el cerdo, se separaba el tocino, las costillas, los jamones,
la panceta y la carne que se utilizaba para embutir.
Al vacuno se lo deshuesaba completamente, dejando de lado las costillas
para asar, los huesos pelados y menudencias para morcillas.